Amigos,
lo mío es difícil de entender, es algo
muy peculiar e inédito. No sé si habéis escuchado sobre personas que se
enamoran de objetos. Sí existen, aquí
tienen a uno de ellos. Había una época que me enamoré con una batidora,
pero me pasó otra vez con una tostadora, también lo superé. Pero por infortunio
todos mis contratiempos empezaron cuando pasé al lado del escaparate
de un sex-shop. Es difícil de entenderlo pero me enamoré con un consolador negro. Lo peor
de todo es que soy absolutamente asexual. Eso significa que no me gustan ni las
mujeres ni los hombres. ¡No! amigos tampoco
practico nada conmigo mismo, no
conozco el sexo. Con pocas palabras me repulsa todo contacto sexual. Mi mente es totalmente
pura. No me agrada el sexo ni de pensamiento ni mirarlo, es decir soy más puro
que el oro de 24 quilates.
Así que cuando entré en la cafetería de Círculo
de Bellas Artes donde soy socio, sentí la necesidad de poner mi gran amor en la
mesa. Me parece incorrecto ocultar mi objeto favorito ¿Cómo se puede amar algo
escondiéndolo? Los mozos se enfadaron mucho conmigo. Me llamaron de todo
excepto hermoso. Tras echarme de la cafetería uno de ellos me tiró a la cabeza
mi objeto favorito, produciéndome un chinchón que todavía conservo. Gracias a
mi nuevo amor, poco a poco perdí a mis amigos, mis relaciones, mi vida entera
se transformó en una pesadilla.
Ahora,
en este barranco tiraré mi querido objeto para librarme de mi desdicha.
—Adiós,
mi querido objeto. Te amaré hasta el fin de mis días, estarás siempre en mi corazón.
No
te voy a olvidar jamás. Cogí el
consolador y con lágrimas en los ojos lo tiré por el barranco. De
súbito, escuché una voz en la parte de abajo.
—¡
Has visto , maricón! Te lo he dicho que Dios nos quiere. Mira que nos mandó el
cielo.
El
mundo se me cayó encima. Me sentí sucio y despreciable. Mi querido objeto en
las manos de personas licenciosas. Quería morirme.
Finalmente
transcurrió mucho tiempo y por suerte me enamoré de un libro: Don Quijote de la Mancha. Por fin
recuperé todos mis amigos, mi estatus social, y claro, mi felicidad. Lo más
agradable es que puedo tener conmigo mi querido objeto sin ningún problema. Lo
único que deseo es que me dure mucho tiempo. Encima todo el mundo me elogia por
tener siempre conmigo el Don Quijote de
la Mancha.
2 comentarios:
Este es buenísimo de verdad. Me ha hecho cantidad de gracia también. Saludos.
Gracias, Pablo. Me gusta mucho que te haya gustado. Acaba de terminar un erótico que es una auténtica bomba de risa. Lo mandaré en un concurso de relatos eróticos para el fin del mes. Un fuerte abrazo amigo, Sotirios.
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