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lunes, 23 de marzo de 2015

Es un autentico milagro, de Sotirios Moutsanas

Madre Antonia se arrimó a las almenas de la alta muralla de Ávila, y contempló el abismo; antes de arrojarse, pensó: “Durante cuarenta años me consagré a ti en la contemplación, oración y adoración incondicional. Te amé con toda mi alma, no dejé ni un día de alabarte, cantar en tu gloria y meditar sobre tus sagradas palabras. Durante años esperé una señal de tu  amor en vano… ¡Me causa dolor tan fiero ver como ella puede hablar contigo y con sus ángeles cada día! Le has enseñado hasta el infierno. No puedo soportar el sufrimiento que me atenaza el corazón a causa de tu falta de amor.”
—Madre Antonia, —profirió Teresa contemplándola con los ojos brillantes como luceros colmados de candidez-,es curioso, mi señor me dijo dónde te hallaría y me dejó un mensaje para ti.
“No hay ni un persona que yo no quiera. Hasta los que no creen en mí yo los quiero y los cuido. Busca la verdad dentro de tu corazón donde yo habito.”Las lágrimas se agolparon en los ojos de madre Antonia.
— ¿No te parece un auténtico milagro las palabras del señor?—aseveró Teresa.

Sí, hermana, es un auténtico milagro. 

4 comentarios:

Ricardo Corazón de León dijo...

Te dejé un mensaje en Google+ solo para tus ojos.
A esta pobre MªAntonia le faltaban "los éxtasis de Santa Teresa", jajajajaja...
Un abrazo.
Ricardo.

Sotirios dijo...

Hola, Ricardo, a los escritores sí, pero a mí no me molesta de opuesto me agrada. Todo el mundo sabe que estoy estudiando gramática porque mi nivel es paupérrimo. El problema de (de) lo sabía, pero como el texto tenía que tener 200 palabras dudaba si era necesario. De separación de las frases también lo sabía y quería preguntar a mi hija (está en cuarto grado de literatura española), pero ella no me dijo nada y yo olvidé a decírselo. Estos consejos son muy útiles para no cometer las mismas equivocaciones. Muchas gracias por tu corrección. Dela madre Antonia está en la naturaleza de los seres humanos de envidiar unos a otros. En la época de atletismo todos los griegos que corría 800 metros me envidiaban y yo envidiaba los mejores atletas de 800 metros de la época. Ja, ja,ja, una buena experiencia de éxtasis la haría bien desde luego. Te deseo un feliz viaje, Sotirios.

vitolosa@gmail.com dijo...

La pobre madre Antonia con sus envidias.
Yo trabajé de cocinera en una residencia de ancianos y la monja que me decía el menú que tenía que hacer era igual de envidiosa.
Tendría para hacer un libro con sus "manías"
Un abrazo.

Sotirios dijo...

Hola, Virtudes. No me extraña que la monja fuera celosa de ti, porque eres un ángel. Gracias por tu visita, amiga. Un fuerte abrazo, Sotirios.