(para Esta noche te cuento de Sotirios Moutsanas versión completa)
Las equivocaciones se pagan muy caro.
Estaba en la Gran Vía, llegué a la calle Gravina y transité pausadamente contemplando los
escaparates de las tiendas. Era sábado, la noche era bastante amena, con una
luna llena, radiante, que incitaba pasear por la calle. Tenía una sed atroz.
Crucé una esquina y entré en un pub abarrotado de hombres; con gran esfuerzo
pasé por el gentío pidiendo una cerveza. El camarero me dio un botellín y mientras tomaba un sorbo se me acercó un hombre robusto de baja
estatura. Tenía la barba tan negra y larga que parecía el hermano gemelo de
Rasputín.
— ¡Hola!—me dijo.
— ¡Hola!— repliqué.
— ¿Te puedo preguntar algo?
— ¿Qué?– contesté.
— ¿Cuánto mide tu polla?
Me quedé pasmado. Vacilé unos segundos y después dije con toda naturalidad.
—Veintidós centímetros.
—¡Eh, amigos, este chaval la tiene veintidós centímetros!
De pronto estaba rodeado de diez tíos sonriéndome, hablando
de mi enorme pene e intentando entablar amistad conmigo. “Que gente más
agradable pensé”
— ¿Te la chupo?— me dijo un hombre con bigote bastante alto y flaco. “Que dice este mentecato, pensé.”
Sin tener tiempo ni de responder sentí alguien palpándome el culo y otro el
mismo tiempo tocándome el pene. Me quedé perplejo miré al lado, y vi otro tío
que era más feo que un perro sarnoso sacándome la lengua. Estaba totalmente
desconcertado .Intuía que algo no iba bien, atisbé al fondo, y vi un montón de
hombres morreándose.
— ¿Qué es este sitio? —dije balbuceando.
—Estás en Chueca, en el
mejor local de maricones como tú, guapo.
Mi cara se puso encarnada como un cangrejo. Unas gotas de
sudor aparecieron en mi frente y el miedo se apoderó de mí. “Tengo que salir
pitando pensé.” Si me quedo dos horas más, no hay duda que tendré un agujero en
el culo. Hice acopio de fuerzas e intenté a salir de local pidiendo perdón y
empujando para llegar hacia la salida.
Durante el recorrido, todo el mundo me tocaba el culo mientras una voz me susurraba en el oído:
“Que no me entero que este culito pase hambre”